Octavo y penúltimo número de las modernas Secret Wars y continuación de lo ocurrido en el séptimo. En el prologo se advierte que esta serie sufrió de retrasos en su edición norteamericana y que este octavo número coincidió con el comienzo del Nuevo Universo Marvel en algunas series Marvel. Un poco de desbarajuste, aunque aquí en España no ha ocurrido lo mismo.
Ya puestos en este octavo número e inevitablemente comparandolas con las Secret Wars originales, como gran crossover en si, Jonathan Hickman no me parece que haya arriesgado demasiado. He echado de menos la aparición de los Todopoderosos, los que espero que con su aparición cierren la historia.
En si la historia es muy parecida a la de las primeras Secret Wars, con el Dr. Muerte convertido en Dios Marvel y posteriormente quitado de la omnipotencia por el Capitán América y compañía. Y sobre todo quitado de ese gran poder por sus propios errores de grandilocuencia, como ocurre otra vez en estas Secret Wars.
Las primeras tuvieron sus grandes momentos, Spider-Man con nuevo traje, Hulk perdiendo la cabeza, Coloso siendo infiel a Kitty Pride... En cambio a estas le faltan grandes cambios que puedan repercutir en las series regulares. Tiene sus momentos, por ejemplo Star Lord teniendo en la boca en forma de palillo a Groot, pero no ha habido grandes sorpresas, algo que he echado muy en falta. Me parece que la historia va a acabar con un...cerrad los ojos y olvidad todo esto, pero tal vez Jonathan Hickman se reserve una gran sorpresa para el final de la serie. El mes que viene se verá como acaba la guerra divina en el Mundo de Batalla.
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