miércoles, 25 de julio de 2012

Carta de despedida de Christopher Nolan a la trilogía del Caballero Oscuro


Alfred. Gordon. Lucius. Bruce . . . Wayne. Nombres que han llegado a significar mucho para mi. Hoy, estoy a tres semanas de decir un último adiós a estos personajes y este mundo. Es el noveno cumpleaños de mi hijo. El nació mientras el Tumbler era armado en mi taller con partes aleatorias de maquetas. Mucho tiempo, muchos cambios. Un giro de aquellos sets en donde un poco de acción de disparos o un helicóptero eran eventos extraordinarios por los que se trabajaba durante días hasta ahora en donde las multitudes de extras, crear demoliciones o la violencia a miles de pies en el aire, se han vuelto algo familiar.
La gente pregunta si siempre la planeamos como una trilogía. Eso es como que te pregunten si tenías planeado crecer, casarte o tener hijos. La respuesta es complicada. Cuando junto a David [Goyer] comenzamos a planear la historia de Bruce, coqueteamos con lo que podría venir después, pero luego retrocedimos,por no querer mirar muy en el futuro. No quería saber todo lo que Bruce no sabría. Quería vivirlo con él. Le dije a David y Jonah [Nolan] que pusieran todo lo que sabían en cada película mientras la hacíamos. Todo el elenco y el equipo puso todo lo que tenía en la primera película. No nos guardamos nada. No guardamos nada para la próxima. Construyeron una ciudad completa. Luego Christian y Michael y Gary y Morgan y Liam y Cillian comenzaron a vivir en ella. Christian le dio un mordisco a un montón de la vida de Bruce Wayne y la hizo totalmente convincente. Nos llevó a la mente de un ícono popular y nunca dejó que nos diéramos cuenta de la naturaleza caprichosa de los métodos de Bruce.
Nunca pensé que haríamos una segunda – ¿Cuántas buenas secuelas hay? ¿Para qué lanzar ese dado? -, pero una vez que sabía a donde llevaría a Bruce, y cuando comencé a vislumbrar al antagonista, se convirtió en algo esencial. Queríamos reagrupar al equipo y volver a Gotham. Había cambiado en tres años. Más grande. Más real. Más moderna. Y una nueva fuerza del caos estaba pasando al frente. Era el payaso atemorizante definitivo, traído a la vida aterradora por Heath. No nos guardamos nada, pero habían cosas que no pudimos hacer en la primera: el batitraje con un cuello flexible, filmar en Imax. También cosas con las que nos acobardamos como destruir el batimóvil, quemar el dinero sangriento del villano para mostrar una completa indiferencia por las motivaciones convencionales. Tomamos la supuesta seguridad de una secuela, como licencia para lanzar una advertencia al viento y encaminarnos a los rincones más oscuros de Gotham.
Nunca pensé que haríamos una tercera – ¿Ha habido alguna gran segunda secuela? – pero seguía preguntándome sobre el final de la travesía de Bruce, y una vez que la descubrimos junto a David, tenía que verlo por mi mismo. Teníamos que volver a lo que apenas habíamos susurrado aquellos primeros días en mi taller. Hemos estado haciendo una trilogía. Llamé a todos para juntarse para un nuevo viaje a Gotham. Cuatro años después, todavía está aquí. Incluso parece un poco más claro, un poco más pulida. La Mansión Wayne ha sido reconstruida. Rostros familiares han vuelto, un poco más viejos, un poco más sabios… pero no todo era lo que parecía. Gotham se estaba pudriendo en sus bases. Un nuevo mal estaba burbujeando desde abajo. Bruce pensaba que Batman ya no era necesario, pero estaba equivocado, tal y como yo lo estaba. El hombre murciélago tenía que regresar. Supongo que siempre lo hará.
Michael, Morgan, Gary, Cillian, Liam, Heath, Christian . . . Bale. Nombres que han llegado a significar mucho para mi. Mi tiempo en Gotham City, al cuidado de una de las figuras más grandes y duraderas de la cultura popular, ha sido la experiencia más desafiante y gratificante que un cineasta habría de desear. Echaré de menos al hombre murciélago. Me gusta pensar que el me extrañará, pero nunca ha sido particularmente sentimental.

Christopher Nolan

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