No suelo hablar en este blog sobre películas que no sean de superhéroes, pero ayer me invitaron al cine y voy a hacer una excepción, y es que pienso que esta se lo merece. Y no solo porque en ella se nombre a Iron Man. Salí del cine diciendo, menuda americanada. La NASA jugandose una inversión de millones de dólares por un solo tipo que por error se queda atrapado en Marte. Pero luego, tras recordar que está dirigida por Ridley Scott, uno de los grandes directores que tiene Hollywood, le empece a buscar puntos favorables, que no son pocos. El más importante para mi, fue que no eligió a Jessica Chastain como la que se queda atrapada en Marte retransmitiendo lo que le pasa a la Tierra. Eligió al botánico interpretado por Matt Damon, el cual en todo momento le da un toque cómico al asunto a pesar de la tragedia de ver como se va deteriorando poco a poco tanto mental como físicamente según van pasando los días contados en días de sol marcianos. Y cuando al final dijo que se iba a propulsar a lo Iron Man, para mi fue el momento más cómico y mejor de esta película. Aparte, suena la canción de David Bowie: Starman. También de lo mejor de esta película, de la cual salí con no muy buen sabor de boca, pero que tras desgranarla tiene la misma buena calidad que toda la filmografía de Ridley Scott.
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