Esta semana la noticia es que un grupo de jovenes ha matado a otro joven propinando una paliza mortal en la calle. Por la calle hemos de pasar todos, tanto de día como de noche. Samuel de La Coruña salió de fiesta y era de noche cuando le asaltaron 10 jovenes en la salida de una discoteca.
Últimamente los medios de comunicación acreditados como tales, no dicen la nacionalidad de los criminales. Supongo que la causa es por no incitar al odio racista.
Hace años en un parque de mi ciudad tuve problemas con unos chavales sudamericanos debido a mi condición sexual. Por aquel entonces me juntaba con un grupo de amigos gays allí. Fueron gritando maricón y yo estaba solo en un banco sentado pasando la tarde. Se pararon en frente mio, me levanté, les pregunté que ocurría y uno de ellos me propinó un tortazo en la cara tirando mis gafas al suelo. Tuve suerte y echaron a correr. Pero poco después vi que volvían a la carga y el que tuvo que correr fui yo. Cerca de ese parque está el Parlamento Vasco y les pedí refugio. Conté a la policía lo ocurrido y poco tardaron en detener a unos cuantos energumenos de esa cuadrilla.
La policía me preguntó si quería denunciar los hechos. En un principio pensé en hacerlo, pero después no puse demanda. Por un golpe en la cara no se que habría hecho la justicia española. No creo que mucho.
Mi decisión fue no volver al parque.
El asesinato de Samuel es una noticia muy triste. Leo la noticia y veo irracionalidad por parte de los asaltantes e inocencia por parte de Samuel y quién le vió vivo por ultima vez.
Existen homofobos españoles, no lo niego, e incluso es lo que más he sufrido. Pero ahora aparece la homofobía extranjera que es muy brutal.
Un consejo de un hombre de 46 años a quién sea gay joven. Echar a correr del lugar en cuanto se oye la palabra maricón no es de cobardes.

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